Gefunden 112 Ergebnisse für: oblación

  • El otro cordero lo ofrecerás a la hora del crepúsculo, con una oblación y una libación iguales a las de la mañana, como aroma agradable, como ofrenda que se quema para el Señor. (Exodo 29, 41)

  • y delante de la entrada de la Carpa del Encuentro puso el altar de los holocaustos, sobre el cual ofreció el holocausto y la oblación, conforme a la orden del Señor. (Exodo 40, 29)

  • Cuando un persona ofrezca al Señor una oblación, su ofrenda consistirá en harina de la mejor calidad; sobre ella derramará aceite y pondrá incienso. (Levítico 2, 1)

  • El resto de la oblación será para Aarón y sus hijos, como una porción santísima de las ofrendas que se queman para el Señor. (Levítico 2, 3)

  • Si presentas una oblación de alimentos cocidos al horno, la ofrenda será de harina de la mejor calidad, preparada en forma de panes sin levadura amasados con aceite, o de galletas sin levadura untadas con aceite. (Levítico 2, 4)

  • Si ofreces una oblación de alimentos fritos a la sartén, la harina estará amasada con aceite y no llevará levadura. (Levítico 2, 5)

  • Deberás cortarla en pedazos y derramar aceite sobre ella: es una oblación. (Levítico 2, 6)

  • Si ofreces una oblación de alimentos cocidos a la cacerola, la ofrenda deberá estar hecha con harina de la mejor calidad y con aceite. (Levítico 2, 7)

  • Cuando presentes al Señor una oblación preparada en cualquiera de estas formas, la llevarás al sacerdote, y él la acercará al altar; (Levítico 2, 8)

  • El resto de la oblación será para Aarón y sus hijos, como un porción santísima de las ofrendas que se queman para el Señor. (Levítico 2, 10)

  • En cambio, sazonarás con sal todas las oblaciones que ofrezcas. Nunca dejarás que falte a tu oblación la sal de la alianza de tu Dios: sobre todas tus oblaciones deberás ofrecer sal. (Levítico 2, 13)

  • Si presentas al Señor una oblación de primicias, ofrecerás espigas tostadas al fuego o granos molidos de cereales recién maduros. (Levítico 2, 14)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina