Gefunden 46 Ergebnisse für: perfumes

  • aceite para las lámparas, perfumes para el óleo de la unción y para el incienso aromático; (Exodo 25, 6)

  • y prepara con ellos una mezcla aromática, como lo sabe hacer el fabricante de perfumes. Este será el óleo para la unción sagrada. (Exodo 30, 25)

  • la mesa con todos sus utensilios, el candelabro con sus accesorios, el altar de los perfumes, (Exodo 30, 27)

  • y mezcla todo eso, como lo hace un fabricante de perfumes, para hacer un perfume salado, puro y santo. (Exodo 30, 35)

  • la mesa con sus utensilios, el candelabro de oro puro con todos sus accesorios, y el altar de los perfumes; (Exodo 31, 8)

  • el altar de los perfumes con sus andas, el óleo de la unción y el incienso perfumado; la cortina para la entrada de la Morada; (Exodo 35, 15)

  • También preparó el óleo para la unción sagrada y el incienso aromático puro, como lo hace el fabricante de perfumes. (Exodo 37, 29)

  • Entonces hizo venir a Técoa a una mujer muy hábil y le dijo: "Vas a fingir que estás de duelo: vístete de luto, no te perfumes y aparenta ser una mujer que hace ya mucho tiempo está de duelo por su difunto. (II Samuel 14, 2)

  • Llegó a Jerusalén con un séquito imponente, con camellos cargados de perfumes, de muchísimo oro y de piedras preciosas. Cuando se presentó ante Salomón, le expuso todo lo que tenía pensado decirle. (I Reyes 10, 2)

  • La reina regaló al rey ciento veinte talentos de oro, una enorme cantidad de perfumes y piedras preciosas; nunca más se recibieron tantos perfumes como los que la reina de Sabá dio al rey Salomón. (I Reyes 10, 10)

  • Y cada uno aportaba sus presentes: objetos de plata y oro, trajes, armas, perfumes, caballos y mulas. Así, año tras año. (I Reyes 10, 25)

  • Ezequías se alegró de esto, y mostró a los emisarios la sala del tesoro, la plata, el oro, los perfumes, el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se encontraba en sus depósitos. De todo lo que había en su palacio y en sus dominios, no quedó nada que Ezequías no les hiciera ver. (II Reyes 20, 13)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina