Gefunden 188 Ergebnisse für: Morada

  • Estableceré mi morada en medio de vosotros y no os rechazaré. (Levítico 26, 11)

  • Alista tú mismo a los levitas para el servicio de la Morada del Testimonio, de todos sus utensilios y de todo lo que se relaciona con ella. Ellos han de llevar la Morada con todos sus utensilios, estarán al servicio de ella y acamparán en torno a ella. (Números 1, 50)

  • Cuando haya de trasladarse la Morada, la desmontarán los levitas, y cuando la Morada se detenga, los levitas la montarán. El laico que se acerque, será muerto. (Números 1, 51)

  • Pero los levitas acamparán alrededor de la Morada del Testimonio; y así no se desatará la Cólera contra la comunidad de los israelitas. Los levitas se encargarán del ministerio de la Morada del Testimonio.» (Números 1, 53)

  • Se encargarán de las obligaciones que incumben a él y a toda la comunidad ante la Tienda del Encuentro, prestando el servicio en la Morada. (Números 3, 7)

  • Cuidarán de todos los utensilios de la Tienda del Encuentro, de las obligaciones que incumben a los israelitas prestando servicio en la Morada. (Números 3, 8)

  • Los clanes guersonitas acampaban detrás de la Morada, al poniente. (Números 3, 23)

  • Los hijos de Guersón estaban encargados, en la Tienda del Encuentro, de la Morada, de la Tienda, de su toldo y del tapiz de entrada a la Tienda del Encuentro; (Números 3, 25)

  • del cortinaje del atrio y de la cortina de entrada al atrio que rodea la Morada y el altar, y de las cuerdas necesarias para todo su servicio. (Números 3, 26)

  • Los clanes quehatitas acampaban al lado meridional de la Morada. (Números 3, 29)

  • El principal de la casa paterna de los clanes meraritas era Suriel, hijo de Abijayil. Acampaban al lado septentrional de la Morada. (Números 3, 35)

  • A los hijos de Merarí les estaba encomendado el cuidado de los tableros de la Morada, de sus travesaños, postes y basas, de todos sus utensilios y todo su servicio; (Números 3, 36)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina