Gefunden 101 Ergebnisse für: Necio

  • Ni siquiera me has permitido besar a mis hijos e hijas. O sea, que has obrado como un necio. (Génesis 31, 28)

  • ¿Así pagáis a Yahveh, pueblo insensato y necio? ¿No es él tu padre, el que te creó, el que te hizo y te fundó? (Deuteronomio 32, 6)

  • Samuel dijo a Saúl: «Te has portado como un necio. Si hubieras cumplido la orden que Yahveh tu Dios te ha dado, entonces Yahveh hubiera afianzado tu reino para siempre sobre Israel. (I Samuel 13, 13)

  • Date cuenta y mira lo que debes hacer, porque ya está decretada la ruina de nuestro amo y de toda la casa, y es un necio al que nada se puede decir. (I Samuel 25, 17)

  • No haga caso mi señor de este necio de Nabal; porque le va bien el nombre: necio se llama y la necedad está con él; yo, tu sierva, no vi a los siervos que mi señor había enviado. (I Samuel 25, 25)

  • Respondió Saúl: «He pecado. Vuelve, hijo mío, David, no te haré ya ningún mal, ya que mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. Me he portado como un necio y estaba totalmente equivocado.» (I Samuel 26, 21)

  • El rey entonó esta elegía por Abner: «¿Como muere un necio había de morir Abner? (II Samuel 3, 33)

  • Después de haber hecho el censo del pueblo, le remordió a David el corazón y dijo David a Yahveh: «He cometido un gran pecado. Pero ahora, Yahveh, perdona, te ruego, la falta de tu siervo, pues he sido muy necio.» (II Samuel 24, 10)

  • Entonces dijo David a Dios: «He cometido un gran pecado haciendo esto. Pero ahora perdona, te ruego, la falta de tu siervo, pues he sido muy necio.» (I Crónicas 21, 8)

  • En verdad el enojo mata al insensato, la pasión hace morir al necio. (Job 5, 2)

  • Se ve, en cambio, fenecer a los sabios, perecer a la par necio y estúpido, y dejar para otros sus riquezas. (Salmos 49, 11)

  • Recuérdalo, Yahveh: provoca el enemigo, tu nombre ultraja un pueblo necio. (Salmos 74, 18)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina