Gefunden 54 Ergebnisse für: Pensamientos

  • Viendo Yahveh que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, (Génesis 6, 5)

  • Cuida de no abrigar en tu corazón estos perversos pensamientos: «Ya pronto llega el año séptimo, el año de la remisión», para mirar con malos ojos a tu hermano pobre y no darle nada; él apelaría a Yahveh contra ti y te cargarías con un pecado. (Deuteronomio 15, 9)

  • «Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón entero y con ánimo generoso, porque Yahveh sondea todos los corazones y penetra los pensamientos en todas sus formas. Si le buscas, se dejará encontrar; pero si le dejas, él te desechará para siempre. (I Crónicas 28, 9)

  • Oh Yahveh, Dios de nuestros padres Abraham, Isaac, e Israel, conserva esto perpetuamente para formar los pensamientos en el corazón de tu pueblo, y dirige tú su corazón hacia ti. (I Crónicas 29, 18)

  • Nunca llegaréis a sondear el fondo del corazón humano, ni podréis apoderaros de los pensamientos de su inteligencia, pues ¿cómo vais a escrutar a Dios que hizo todas las cosas, conocer su inteligencia y comprender sus pensamientos? No, hermanos, no provoquéis la cólera del Señor, Dios nuestro. (Judit 8, 14)

  • ya que no has empezado hoy a dar muestras de tu sabiduría, sino que de antiguo conoce todo el pueblo tu inteligencia y la bondad de los pensamientos que forma tu corazón. (Judit 8, 29)

  • que interpreta ante Dios mis pensamientos; ante él fluyen mis ojos: (Job 16, 20)

  • Por esto mis pensamientos a replicar me incitan: por la impaciencia que me urge. (Job 20, 2)

  • Todo el día retuercen mis palabras, todos sus pensamientos son de hacerme mal; (Salmos 56, 6)

  • «¡Qué grandes son tus obras, Yahveh, qué hondos tus pensamientos!» (Salmos 92, 6)

  • Yahveh, conoce los pensamientos del hombre, que no son más que un soplo. (Salmos 94, 11)

  • Mas para mí ¡qué arduos son tus pensamientos, oh, Dios, qué incontable su suma! (Salmos 139, 17)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina