Gefunden 137 Ergebnisse für: Sumo

  • Redactaron además una copia de esta carta para el sumo sacerdote Simón. (I Macabeos 15, 24)

  • pues era yerno del sumo sacerdote. (I Macabeos 16, 12)

  • están escritas en el libro de los Anales de su pontificado a partir del día en que fue nombrado sumo sacerdote como sucesor de su padre. (I Macabeos 16, 24)

  • Mientras la ciudad santa era habitada en completa paz y las leyes guardadas a la perfección, gracias a la piedad y al aborrecimiento de mal del sumo sacerdote Onías, (II Macabeos 3, 1)

  • Pero un tal Simón, de la tribu de Bilgá, constituido administrador del Templo, tuvo diferencias con el sumo sacerdote sobre la reglamentación del mercado de la ciudad. (II Macabeos 3, 4)

  • Llegado a Jerusalén y amistosamente acogido por el sumo sacerdote y por la ciudad, expuso el hecho de la denuncia e hizo saber el motivo de su presencia; preguntó si las cosas eran realmente así. (II Macabeos 3, 9)

  • Manifestó el sumo sacerdote que eran depósitos de viudas y huérfanos, (II Macabeos 3, 10)

  • El ver la figura del sumo sacerdote llegaba a partir el alma, pues su aspecto y su color demudado manifestaban la angustia de su alma. (II Macabeos 3, 16)

  • Daba compasión aquella multitud confusamente postrada y el sumo sacerdote angustiado en honda ansiedad. (II Macabeos 3, 21)

  • Temiendo el sumo sacerdote que acaso el rey sospechara que los judíos hubieran perpetrado alguna fechoría contra Heliodoro, ofreció un sacrificio por la salud de aquel hombre. (II Macabeos 3, 32)

  • Mientras el sumo sacerdote ofrecía el sacrificio de expiación, se aparecieron otra vez a Heliodoro los mismos jóvenes, vestidos con la misma indumentaria y en pie le dijeron: «Da muchas gracias al sumo sacerdote Onías, pues por él te concede el Señor la gracia de vivir; (II Macabeos 3, 33)

  • Cuando Seleuco dejó esta vida y Antíoco, por sobrenombre Epífanes, comenzó a reinar, Jasón, el hermano de Onías, usurpó el sumo pontificado, (II Macabeos 4, 7)


“A meditação não é um meio para chegar a Deus, mas um fim. A finalidade da meditação é o amor a Deus e ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina