Gefunden 39 Ergebnisse für: muera

  • Luego me haces un guiso suculento, como a mí me gusta, y me lo traes para que lo coma, a fin de que mi alma te bendiga antes que me muera.» (Génesis 27, 4)

  • Aquel de tus siervos a quien se le encuentre, que muera; y también los demás nos haremos esclavos del señor.» (Génesis 44, 9)

  • Cuando muera uno de aquellos animales de los que podéis comer, el que toque su cadáver quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 11, 39)

  • Dijo Yahveh a Moisés: Di a tu hermano Aarón que no entre en cualquier tiempo en el santuario que está tras el velo, ante el propiciatorio que está encima del arca, no sea que muera: pues yo me hago ver en la nube encima del propiciatorio. (Levítico 16, 2)

  • pondrá el incienso sobre el fuego, delante de Yahveh, para que la nube del incienso envuelva el propiciatorio que está encima del Testimonio y él no muera. (Levítico 16, 13)

  • Yahveh dijo a Moisés: «Que muera ese hombre. Que lo apedree toda la comunidad fuera del campamento.» (Números 15, 35)

  • ¿Quién contará el polvo de Jacob, quién numerará la polvareda de Israel? Muera mi alma con la muerte de los justos, Sea mi paradero como el suyo.» (Números 23, 10)

  • y salvará la comunidad al homicida de la mano del vengador de la sangre. Le hará volver la comunidad a la ciudad de asilo en la que se refugió y en ella vivirá hasta que muera el Sumo Sacerdote ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)

  • porque aquél debía permanecer en la ciudad de asilo hasta la muerte del Sumo Sacerdote. Cuando muera el Sumo Sacerdote, el homicida podrá volver a la tierra de su propiedad. (Números 35, 28)

  • Tampoco aceptaréis rescate por el que se ha refugiado en la ciudad de asilo y quiere volver a habitar en su tierra antes que muera el Sumo Sacerdote. (Números 35, 32)

  • Le apedrearás hasta que muera, porque trató de apartarte de Yahveh tu Dios, el que te sacó del país de Egipto, de la casa de servidumbre. (Deuteronomio 13, 11)

  • los ancianos de su ciudad mandarán a prenderle allí, y le entregarán en manos del vengador de sangre, para que muera. (Deuteronomio 19, 12)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina