Gefunden 33 Ergebnisse für: Mirando

  • Cuando ya llevaba algún tiempo entre ellos, un día Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio que Isaac acariciaba a Rebeca, su mujer. (Génesis 26, 8)

  • Jacob, viendo que en Egipto había grano en venta, dijo a sus hijos: "¿Por qué os estáis mirando unos a otros? (Génesis 42, 1)

  • Los querubines tendrán sus alas extendidas hacia arriba cubriendo con ellas el propiciatorio, estando sus rostros uno frente al otro y mirando hacia el propiciatorio. (Exodo 25, 20)

  • con las alas extendidas hacia arriba, cubriendo con ellas el propiciatorio, y sus rostros uno frente al otro, mirando al propiciatorio. (Exodo 37, 9)

  • Tus hijos y tus hijas serán entregados a pueblos extranjeros; tus ojos se consumirán mirando cada día hacia el lugar de su destierro, pero tus manos nada podrán hacer. (Deuteronomio 28, 32)

  • Cuando el arca del Señor llegó a la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, estaba mirando por la ventana y, al ver al rey David saltando y bailando, lo despreció en su corazón. (II Samuel 6, 16)

  • Cuando el arca de la alianza del Señor llegó a la ciudad de David, Mical, la hija de Saúl, estaba mirando por la ventana, y al ver al rey David saltando y bailando, lo despreció en su corazón. (I Crónicas 15, 29)

  • Salomón había levantado en medio del atrio una tribuna de bronce de dos metros y medio de larga, dos y medio de ancha y uno y medio de alta. Se subió a ella, se arrodilló, y mirando al cielo, con las manos juntas oró así en presencia de toda la comunidad: (II Crónicas 6, 13)

  • Dios oyó su clamor y comprendió su angustia. El pueblo ayunaba día tras día en Judá y Jerusalén, mirando al templo del Dios omnipotente. (Judit 4, 13)

  • Vosotros mismos podéis constatar, no sólo leyendo las crónicas antiguas, sino mirando a vuestro alrededor, cuántas son las impiedades cometidas por esta clase de hombres. (Ester 16, 7)

  • Él entonces, mirando al rey, dijo: "Tú, aunque eres mortal, tienes autoridad entre los hombres y haces lo que quieres. Pero no pienses que nuestra nación ha sido abandonada de Dios; (II Macabeos 7, 16)

  • El Macabeo accedió, mirando por el bien común, a las ofertas de Lisias. Y, en efecto, el rey concedió todo lo que el Macabeo exigió a Lisias por escrito. (II Macabeos 11, 15)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina