Gefunden 50 Ergebnisse für: Ofrecerá

  • "Cuando cuentes a los israelitas para hacer su censo, cada uno de los sujetos a él ofrecerá al Señor un rescate por su persona en el momento de hacer el censo, para que no venga sobre ellos plaga alguna durante el censo. (Exodo 30, 12)

  • Esto es lo que ofrecerá todo sujeto a censo: cinco gramos de plata, según el peso del santuario, como tributo al Señor. (Exodo 30, 13)

  • Ofreced de vuestros bienes un tributo al Señor. Todo corazón generoso ofrecerá un tributo al Señor: oro, plata y bronce, (Exodo 35, 5)

  • Si su ofrenda es un holocausto de ganado mayor, ofrecerá un macho sin defecto, el cual debe ser presentado en la puerta de la tienda de la reunión, para que el Señor lo acepte. (Levítico 1, 3)

  • Si su ofrenda es un holocausto de ganado menor, ovejas o cabras, ofrecerá un macho sin defecto. (Levítico 1, 10)

  • Si su ofrenda al Señor es un holocausto de aves, ofrecerá tórtolas o pichones. (Levítico 1, 14)

  • Cuando alguien quiera ofrecer un sacrificio de reconciliación, si se trata de ganado mayor, ofrecerá delante del Señor una res sin defecto, macho o hembra. (Levítico 3, 1)

  • De este sacrificio de reconciliación ofrecerá al Señor, como ofrenda quemada, la grasa que recubre las entrañas y la que hay sobre ellas; (Levítico 3, 3)

  • Cuando su ofrenda al Señor sea un sacrificio de reconciliación, si se trata de ganado menor, ofrecerá una res sin defecto, macho o hembra. (Levítico 3, 6)

  • De este sacrificio de reconciliación ofrecerá al Señor, como ofrenda quemada, las grasas: la cola entera cortada desde la rabadilla, la grasa que recubre las entrañas y la que hay sobre ellas; (Levítico 3, 9)

  • Si su ofrenda es una cabra, la ofrecerá delante del Señor, (Levítico 3, 12)

  • Si el que peca es el sacerdote consagrado por la unción, haciendo así culpable a todo el pueblo, ofrecerá al Señor por el pecado cometido un novillo sin defecto como sacrificio por el pecado. (Levítico 4, 3)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina