Gefunden 12 Ergebnisse für: enseñas

  • "Los israelitas acamparán cada uno junto a su bandera, bajo las enseñas de sus familias, alrededor de la tienda de la reunión, a cierta distancia. (Números 2, 2)

  • Tú quieres la verdad en el centro del alma y en el centro del corazón me enseñas la sabiduría. (Salmos 51, 8)

  • que mis labios publiquen tu alabanza, pues tú me enseñas tus decretos; (Salmos 119, 171)

  • se han aflojado sus amarras, no sostienen ya el mástil, ni ondean las enseñas. (Isaías 33, 22)

  • Le enviaron discípulos suyos con los herodianos a decirle: "Maestro, sabemos que eres sincero, que enseñas de verdad el camino de Dios y que no te importa nada el qué dirán, porque no tienes respetos humanos. (Mateo 22, 16)

  • Llegaron y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa nada el qué dirán, porque no tienes respetos humanos y enseñas de verdad el camino de Dios. ¿Es lícito pagar el impuesto al césar o no? ¿Lo debemos dar o no?". (Marcos 12, 14)

  • Le preguntaron: "Maestro, sabemos que hablas y enseñas con rectitud, que no te importa nada el qué dirán y que enseñas de verdad el camino del Señor. (Lucas 20, 21)

  • Le respondieron: "Todo tú eres pecado desde que naciste, y ¿nos enseñas a nosotros?". Y lo expulsaron de la sinagoga. (Juan 9, 34)

  • Lo llevaron al Areópago, y le preguntaron: "¿Podemos saber qué doctrina nueva enseñas? (Hechos 17, 19)

  • tú, que enseñas a otro, ¿por qué no te enseñas a ti mismo? Tú, que predicas que no hay que robar, ¿por qué robas? (Romanos 2, 21)

  • Serás buen ministro de Cristo Jesús si enseñas estas cosas a los hermanos, alimentando tu espíritu con las enseñanzas de la fe y de la buena doctrina, de que tan fiel discípulo te has mostrado. (I Timoteo 4, 6)

  • Cuida de ti mismo y de lo que enseñas. Persevera en estas cosas. Si lo haces así, te salvarás a ti y a los que te escuchan. (I Timoteo 4, 16)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina