26. bendiciones de espigas y de frutos, amén de las bendiciones de los montes seculares, y el anhelo de los collados eternos. ¡Sean para la cabeza de José, y para la frente del consagrado entre sus hermanos!





“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina