1. De David. Salmo. Oráculo de Yahveh a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies.

2. El cetro de tu poder lo extenderá Yahveh desde Sión: ¡domina en medio de tus enemigos!

3. Para ti el principado el día de tu nacimiento, en esplendor sagrado desde el seno, desde la aurora de tu juventud.

4. Lo ha jurado Yahveh y no ha de retractarse: «Tú eres por siempre sacerdote, según el orden de Melquisedec.»

5. A tu diestra, Señor, él quebranta a los reyes el día de su cólera;

6. sentencia a las naciones, amontona cadáveres, cabezas quebranta sobre la ancha tierra.

7. En el camino bebe del torrente, por eso levanta la cabeza.





“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina