1. Salmo. De David. De Yahveh es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que en él habitan;

2. que él lo fundó sobre los mares, él lo asentó sobre los ríos.

3. ¿Quién subirá al monte de Yahveh?, ¿quién podrá estar en su recinto santo?

4. El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura.

5. El logrará la bendición de Yahveh, la justicia del Dios de su salvación.

6. Tal es la raza de los que le buscan, los que van tras tu rostro, oh Dios de Jacob.

7. ¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!

8. ¿Quién es ese rey de gloria? Yahveh, el fuerte, el valiente, Yahveh, valiente en la batalla.

9. ¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!

10. ¿Quién es ese rey de gloria? Yahveh Sebaot, él es el rey de gloria. Pausa





“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina