20. Ehud entró. El rey estaba sentado en la sala de verano, reservada para él solo, tomando el fresco. Ehud le dijo: "Tengo una palabra de Dios para ti, oh rey", y éste se levantó de la silla.





“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina