I Corintios, 16

19. Las Iglesias de la provincia de Asia les envían saludos. También los saludan en el Señor, Aquila y Priscila, junto con los hermanos que se congregan en su casa.

Versículos relacionados com I Corintios, 16:

El Capítulo 16 de 1 Corintios se ocupa de algunos temas prácticos relacionados con la colección de ofertas para los santos en Jerusalén, planes de viaje y saludos finales. Además, hay una exhortación final sobre la importancia de hacer todo con el amor. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:

Hechos 20:35: "En todo lo que te he demostrado que, trabajando así, es necesario ayudar a los enfermos y recordar las palabras del Señor Jesús, quien dijo:" Lo más bendecido es dar que recibir ". Este versículo destaca la importancia de ayudar a los necesitados y refuerza la idea de recolectar ofertas a los santos en Jerusalén, mencionados en 1 Corintios 16:1-4.

2 Corintios 8:4: "Preguntándonos, con muchos Rogos, que aceptamos la gracia y la comunicación de este servicio, que se hizo con los santos". Este versículo también se relaciona con la colección de ofertas a los santos en Jerusalén y enfatiza la generosidad de los cristianos para ayudar a los necesitados.

Romanos 15:25-26: "Pero ahora voy a Jerusalén a ministrar a los santos. Porque parecía bueno para Macedonia y Achaia hizo una colección a los pobres entre los santos en Jerusalén". Este versículo se refiere a la misma colección de ofrendas a los santos en Jerusalén mencionados en 1 Corintios 16:1-4 y destaca cómo esta ayuda fue vista como una responsabilidad de toda la iglesia.

2 Timoteo 4:20: "Erasto estaba en Corinto, y dejé el trofeo enfermo en Mileto". Este versículo se relaciona con la sección de planes de viaje en 1 Corintios 16:5-9 y muestra que las personas mencionadas en estos versículos eran reales y actuaban en el ministerio.

1 Corintios 16:14: "Todas tus cosas se hacen con amor". Este es el último verso del capítulo y destaca la importancia de hacer todas las cosas con amor, una exhortación que impregna todo el libro de 1 Corintios.