12. La mujer siguió diciendo: "¿Podría esta servidora decirle una palabra a mi señor, el rey?". "Habla", replicó él.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina