2. ¡Bendito sea Dios, que vive y reina por todos los siglos! Porque él azota y se compadece, hace bajar hasta el lugar de los muertos y saca de esa gran miseria. Nadie puede huir de su mano.





“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina