Found 150 Results for: Ancianos

  • Los ancianos de su corte iban a rogarle que se levan tara de ahí, pero él no les hacía caso y se negaba a comer con ellos. (2 Samuel 12, 17)

  • Entonces, el rey Roboam consultó a los ancianos que habían estado al servicio de Salomón mientras vivía. Les dijo: «¿Qué me aconsejan hacer con este pueblo?». (1 Reyes 12, 6)

  • Pero el rey respondió al pueblo con dureza. En vez de seguir el consejo de los ancianos (1 Reyes 12, 13)

  • Jezabel escribió cartas en nombre de Ajab y les puso el sello de éste. Envió las cartas a los ancianos y a la gente importante que vivían junto a Nabot. (1 Reyes 21, 8)

  • Los ancianos y dirigentes de la ciudad donde vivía Nabot hicieron lo que Jezabel había ordenado en las cartas que les había escrito. (1 Reyes 21, 11)

  • En seguida mandó a Elyaquim, a Sobna y a los ancianos de los sacerdotes, todos vestidos con sacos, a donde Isaías, el profeta, hijo de Amós. (2 Reyes 19, 2)

  • Así, pues, David, los ancianos de Israel y los jefes militares fueron a traer el Arca de la Alianza de Yavé, desde la casa de Obededom a Jerusalén con gran fiesta y alegría. (1 Crónicas 15, 25)

  • El rey Roboam pidió consejo a los ancianos que habían servido a su padre Salomón, en vida de éste, diciendo: «¿Qué me aconsejan que responda a este pueblo?» (2 Crónicas 10, 6)

  • Pero él abandonó el consejo que los ancianos le aconsejaron y les pidió consejo a los jóvenes que se habían criado con él y estaban a su servicio. (2 Crónicas 10, 8)

  • El rey les respondió con dureza, abandonando el consejo de los ancianos, y hablándoles según el consejo de los jóvenes. (2 Crónicas 10, 13)

  • Muchos de los sacerdotes, levitas y de los más ancianos jefes de familia que habían conocido la casa primera, lloraban con grandes gemidos, mientras se ponían los cimientos. Pero otros lanzaban gritos de alegría, (Esdras 3, 12)

  • Hemos preguntado a los ancianos y les hemos hablado así: ¿Quién les ha ordenado edificar esta Casa y terminar este Santuario? (Esdras 5, 9)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina