Found 11 Results for: Escucharme

  • Moisés respondió a Yavé: «No me van a creer, ni querrán escucharme, sino que dirán: ¡Cómo que se te ha aparecido Yavé!» (Exodo 4, 1)

  • Y si siguen enfrentándose conmigo en vez de escucharme, les devolveré siete veces más por sus pecados. (Levítico 26, 21)

  • ¿Acaso necesitaría gran fuerza para disputar conmigo? No, no tendría más que escucharme. (Job 23, 6)

  • así también yo me deleitaré maltratándolos y mandaré sobre ellos cosas de que se espantan. Pues yo llamé y nadie contestó, hablé y nadie se dignó escucharme. Han hecho lo que yo considero como malo y han elegido lo que no me gusta. (Isaías 66, 4)

  • Y ustedes, sí, ustedes, han actuado peor que sus padres; pues cada uno de ustedes hace lo que le aconseja su corazón duro y perverso en vez de escucharme. (Jeremías 16, 12)

  • Escuchen esta palabra del Dios de Israel, Yavé: «Mando a esta ciudad y a los pueblos de su alrededor todas las calamidades con las que los he amenazado, porque se rebelaron contra mí, y se negaron a escucharme.» (Jeremías 19, 15)

  • ¡Mientras que los hijos de Jonadab, hijo de Recab, cumplieron la orden que les dejó su padre, este pueblo, en cambio, ni siquiera se ha parado a escucharme! (Jeremías 35, 16)

  • Pero la casa de Israel no querrá escucharte, porque no quiere escucharme; todos tienen la cabeza dura y el corazón obstinado. (Ezequiel 3, 7)

  • Pero se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme. No arrojaron lejos de sí a esos ídolos que los seducían, no abandonaron a los ídolos de Egipto. Pensé desatar mi cólera en su contra, hacerles sentir mi furor en el país de Egipto. (Ezequiel 20, 8)

  • Pero ellos no quisieron que les hablara, me volvieron la espalda y se tapaban los oídos para no escucharme; (Zacarías 7, 11)

  • pues tú conoces perfectamente sus costumbres y las discusiones propias de ellos. Por eso te ruego tengas la bondad de escucharme. (Hecho de los Apóstoles 26, 3)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina