Found 3843 Results for: Dios

  • para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios vio que esto era bueno. (Génesis 1, 18)

  • Dios dijo: "Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo". (Génesis 1, 20)

  • Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno. (Génesis 1, 21)

  • Dios dijo: "Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de toda especie". Y así sucedió. (Génesis 1, 24)

  • Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno. (Génesis 1, 25)

  • Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo". (Génesis 1, 26)

  • Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. (Génesis 1, 27)

  • Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día. (Génesis 1, 31)

  • El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había emprendido. (Génesis 2, 2)

  • Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque en él cesó de hacer la obra que había creado. (Génesis 2, 3)

  • Este fue el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados. Cuando el Señor Dios hizo la tierra y el cielo, (Génesis 2, 4)

  • aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra ni había brotado ninguna hierba, porque el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra. Tampoco había ningún hombre para cultivar el suelo, (Génesis 2, 5)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina