Found 16 Results for: Resulta

  • Si te resulta demasiado difícil juzgar un pleito por homicidio, por reclamación de derechos, por lesiones, o cualquier otra causa que se haya suscitado en tu ciudad, subirás hasta el lugar que el Señor, tu Dios, elija, (Deuteronomio 17, 8)

  • y entre ellos ves una mujer hermosa que te resulta atrayente, y por eso la quieres tomar por esposa, (Deuteronomio 21, 11)

  • La mujer no se pondrá ropa de hombre, ni el hombre un vestido de mujer: el que lo hace resulta abominable a los ojos del Señor, tu Dios. (Deuteronomio 22, 5)

  • Pero si la acusación resulta verdadera y no aparecen las pruebas de la virginidad de la joven, (Deuteronomio 22, 20)

  • Ahora bien, a nosotros que somos vasallos aliados de la casa real, nos resulta intolerable que se haga esta afrenta al rey. Por eso enviamos al rey estas informaciones, (Esdras 4, 14)

  • El pobre resulta odioso aun para su vecino, pero el rico tiene muchos amigos. (Proverbios 14, 20)

  • Hay un mal que yo he visto bajo el sol y que resulta muy pesado para el hombre. (Eclesiastés 6, 1)

  • Es un vivo reproche contra nuestra manera de pensar y su sola presencia nos resulta insoportable, (Sabiduría 2, 14)

  • Hay una astucia que resulta abominable, y el que carece de sabiduría es insensato. (Eclesiástico 19, 23)

  • Perdiz que empolla huevos sin haberlos puesto es el que adquiere riqueza injustamente: en la mitad de sus días tiene que abandonarla y, al final, resulta un insensato. (Jeremías 17, 11)

  • pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y los demás deseos penetran en ellos y ahogan la Palabra, y esta resulta infructuosa. (Marcos 4, 19)

  • Él les dijo: «Ustedes aparentan rectitud ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que es estimable a los ojos de los hombres, resulta despreciable para Dios. (Lucas 16, 15)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina