Found 126 Results for: esperanza

  • Así, ciertamente, tendrás un porvenir y tu esperanza no quedará defraudada. (Proverbios 23, 18)

  • Ten presente que así es la sabiduría para tu alma: si la encuentras, tendrás un porvenir y tu esperanza no quedará defraudada. (Proverbios 24, 14)

  • Mientras uno está unido a todos los vivientes, siempre hay esperanza, porque "más vale perro vivo que león muerto". (Eclesiastés 9, 4)

  • A los ojos de los hombres, ellos fueron castigados, pero su esperanza estaba colmada de inmortalidad. (Sabiduría 3, 4)

  • El que desprecia la sabiduría y la enseñanza es un desdichado: ¡vana es su esperanza, inútiles sus esfuerzos, infructuosas sus obras! (Sabiduría 3, 11)

  • si mueren pronto, no tendrán esperanza ni consuelo en el día del Discernimiento, (Sabiduría 3, 18)

  • Sí, la esperanza del impío es como brizna llevada por el viento, como espuma ligera arrastrada por el huracán: ella se disipa como el humo por el viento, se desvanece como el recuerdo del huésped de un día. (Sabiduría 5, 14)

  • como castigo por un decreto infanticida, les diste, contra toda esperanza, un agua abundante, (Sabiduría 11, 7)

  • Al obrar así, tú enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser amigo de los hombres y colmaste a tus hijos de una feliz esperanza, porque, después del pecado, das lugar al arrepentimiento. (Sabiduría 12, 19)

  • ¡Desgraciados, porque han puesto su esperanza en cosas muertas, los que llamaron dioses a obras fabricadas por las manos del hombre, al oro y la plata trabajados con arte, a figuras de animales, o a una piedra sin valor esculpida por una mano antigua! (Sabiduría 13, 10)

  • Así, en el principio, mientras perecían los gigantes orgullosos, la esperanza del mundo se refugió en una frágil embarcación, que, dirigida por tu mano, dejó al futuro el germen de nuevas generaciones. (Sabiduría 14, 6)

  • Su corazón no es más que ceniza, su esperanza es más vil que la tierra, y su vida más despreciable que la arcilla. (Sabiduría 15, 10)


“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina