Found 419 Results for: gloria

  • Él es tu gloria y tu Dios, y él realizó en tu favor esas tremendas hazañas de que fuiste testigo. (Deuteronomio 10, 21)

  • que te hará superior -en estima, en renombre y en gloria- a todas las naciones que hizo; y que serás un pueblo consagrado al Señor, como él te lo ha prometido. (Deuteronomio 26, 19)

  • Yo voy a proclamar el nombre del Señor: ¡den gloria a nuestro Dios! (Deuteronomio 32, 3)

  • Él es un toro primogénito: a él, la gloria; sus cuernos son cuernos de búfalo: con ellos embiste a los pueblos hasta los confines de la tierra. Así son las decenas de miles de Efraím, así son los millares de Manasés". (Deuteronomio 33, 17)

  • Josué dijo a Acán: "Hijo mío, da gloria al Señor, el Dios de Israel, y tribútale homenaje. Dime lo que has hecho, sin ocultarme nada". (Josué 7, 19)

  • Ella le dijo: "Yo iré contigo; pero entonces la gloria de la campaña que vas a emprender no será para ti, porque el Señor pondrá a Sísara en manos de una mujer". Débora fue a Quédes junto con Barac, (Jueces 4, 9)

  • Él levanta del polvo al desvalido y alza al pobre de la miseria, para hacerlos sentar con los príncipes y darles en herencia un trono de gloria; porque del Señor son las columnas de la tierra y sobre ellas afianzó el mundo. (I Samuel 2, 8)

  • Y puso al niño el nombre de Icabod, diciendo: "La gloria ha sido desterrada de Israel", en alusión a la captura del Arca de Dios y a la muerte de su suegro y de su marido. (I Samuel 4, 21)

  • Hagan unas imágenes de los tumores y de los ratones que devastan el país, y den gloria al Dios de Israel. Tal vez así su mano no pese tanto sobre ustedes, sobre sus dioses y sobre su país. (I Samuel 6, 5)

  • Y también te doy aquello que no has pedido: tanta riqueza y gloria que no habrá nadie como tú entre los reyes, durante toda tu vida. (I Reyes 3, 13)

  • de manera que los sacerdotes no pudieron continuar sus servicios a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba la Casa. (I Reyes 8, 11)

  • Porque has derrotado a Edóm, tu corazón se ha engreído. ¡Disfruta de tu gloria, pero quédate en tu casa! ¿Para qué comprometerte en una guerra desastrosa y sucumbir, tú y Judá contigo?". (II Reyes 14, 10)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina