Found 22 Results for: Ajías

  • Ajías, hijo de Ajitub, hermano de Ikabod, hijo de Pinjás, hijo de Elí, sacerdote de Yahveh en Silo, llevaba el efod. La tropa no advirtió que Jonatán se había marchado. (I Samuel 14, 3)

  • Entonces Saúl dijo a Ajías: «Trae el efod», porque este era el que llevaba el efod en presencia de Israel. (I Samuel 14, 18)

  • Elihaf y Ajías, hijos de Seraya, secretarios; Josafat, hijo de Ajilud, heraldo; (I Reyes 4, 3)

  • Por aquel tiempo salió Jeroboam de Jerusalén, y el profeta Ajías de Silo le encontró en el camino. Iba éste cubierto con un manto nuevo y estaban los dos solos en el campo. (I Reyes 11, 29)

  • Ajías tomó el manto nuevo que llevaba, lo rasgó en doce jirones (I Reyes 11, 30)

  • No escuchó el rey al pueblo, pues se trataba de una intervención de Yahveh para cumplimiento de la palabra que Yahveh había anunciado a Jeroboam, hijo de Nebat, por medio de Ajías de Silo. (I Reyes 12, 15)

  • Dijo Jeroboam a su mujer: «Levántate y disfrázate para que no se sepa que eres la mujer de Jeroboam, y vete a Silo, pues estará allí el profeta Ajías, el que me predijo que yo reinaría sobre este pueblo. (I Reyes 14, 2)

  • Así lo hizo la mujer de Jeroboam: se levantó, se fue a Silo, y entró en la casa de Ajías. Ajías no podía ver porque sus pupilas se habían quedado rígidas a causa de su vejez, (I Reyes 14, 4)

  • pero Yahveh había dicho a Ajías: «Mira, la mujer de Jeroboam viene a pedirte un oráculo acerca de su hijo que está enfermo. Esto y esto le dirás. Cuando ella entre, se hará pasar por otra.» (I Reyes 14, 5)

  • En oyendo Ajías el ruido de sus pasos, cuando entraba por la puerta, dijo: «Entra, mujer de Jeroboam. ¿Por qué quieres pasar por otra? Tengo un duro mensaje para ti. (I Reyes 14, 6)

  • Le dieron sepultura y todo Israel hizo duelo según la palabra que Yahveh había dicho por boca de su siervo, el profeta Ajías. (I Reyes 14, 18)

  • Basá, hijo de Ajías, de la casa de Isacar, conspiró contra él y le mató en Guibbetón de los filisteos, cuando Nadab y todo Israel estaban asediando a Guibbetón. (I Reyes 15, 27)


“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina