Found 31 Results for: Debéis

  • Sólo una cosa no debéis comer: carne que tenga aún dentro su vida, esto es, su sangre. (Génesis 9, 4)

  • Yo soy el Señor, vuestro Dios; vosotros debéis santificaros y ser santos, porque yo soy santo; no os contaminéis con esos bichos que se arrastran por el suelo. (Levítico 11, 44)

  • Este servicio de los descendientes de Guersón, sus funciones y sus cargos, se llevará a cabo bajo las órdenes de Aarón y de sus hijos; vosotros debéis vigilar el cumplimiento de sus obligaciones. (Números 4, 27)

  • Pero no comeréis los siguientes, aunque sean rumiantes y tengan la pezuña partida: el camello, la liebre y el tejón, porque son rumiantes pero no tienen la pezuña partida; debéis tenerlos por impuros. (Deuteronomio 14, 7)

  • De la misma manera el cerdo, que tiene la pezuña partida, pero no es rumiante: debéis tenerlo por impuro. No comeréis sus carnes ni tocaréis sus cadáveres. (Deuteronomio 14, 8)

  • El Señor, tu Dios, suscitará de en medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo, al que debéis obedecer. (Deuteronomio 18, 15)

  • Una vez que hayáis tomado la ciudad, le prenderéis fuego. Éstas son las órdenes que debéis cumplir. ¡Atención! Soy yo el que os lo mando". (Josué 8, 8)

  • El dueño de la casa salió y les dijo: "No, hermanos míos, no hagáis semejante barbaridad, por favor. Ya que está en mi casa, no debéis hacer esta infamia. (Jueces 19, 23)

  • Y si me decís: Confiamos en el Señor, nuestro Dios, ¿no es aquel cuyas colinas y cuyos altares ha suprimido Ezequías, diciendo a Judá y a Jerusalén: Sólo debéis postraros ante este altar en Jerusalén? (II Reyes 18, 22)

  • "Así debéis hablar a Ezequías, rey de Judá: No te engañe tu Dios, en quien confías, diciéndote que Jerusalén no será entregada en manos del rey de Asiria. (II Reyes 19, 10)

  • Éstas son mis órdenes acerca de lo que debéis hacer con esos dirigentes judíos para la reconstrucción del templo de Dios: de los ingresos reales procedentes de los tributos de Transeufratina ha de proveerse puntualmente a esos hombres el dinero necesario para que no se interrumpan las obras. (Esdras 6, 8)

  • Acaso me diréis: Nosotros confiamos en el Señor, nuestro Dios; pero ¿no es ése precisamente el Dios cuyas colinas y cuyos altares suprimió Ezequías, ordenando a Judá y a Jerusalén: Sólo ante este altar os debéis prosternar? (Isaías 36, 7)


“A prática das bem-aventuranças não requer atos de heroísmo, mas a aceitação simples e humilde das várias provações pelas quais a pessoa passa.” São Padre Pio de Pietrelcina