Found 119 Results for: Oídos

  • Reuníos y oíd, hijos de Jacob; prestad oídos a Israel, vuestro padre. (Génesis 49, 2)

  • Cargadlos de trabajo para que estén ocupados y no den oídos a esos embustes". (Exodo 5, 9)

  • Dirás al pueblo: Santificaos para mañana y comeréis carne, ya que os habéis quejado a los oídos del Señor, diciendo: ¡Quién nos diera carne para comer! ¡Estábamos mejor en Egipto! Pues bien, el Señor os dará carne para comer. (Números 11, 18)

  • Moisés convocó a todo Israel y les dijo: "Escucha, Israel, las leyes y mandamientos que hoy proclamo ante vuestros oídos. Apréndelos bien y cuida de ponerlos en práctica. (Deuteronomio 5, 1)

  • Pero hasta la fecha, el Señor no os ha dado inteligencia para entender, ojos para ver y oídos para escuchar. (Deuteronomio 29, 3)

  • Llegó a oídos de los israelitas que los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés habían levantado un altar en la frontera de Canaán, junto al Jordán, en territorio israelita; (Josué 22, 11)

  • El Señor le dijo: "Voy a hacer en Israel una cosa tal que al que la oiga le zumbarán los oídos. (I Samuel 3, 11)

  • Samuel preguntó: "¿Qué es ese balar de ovejas que llega a mis oídos y el mugir de vacas que oigo?". (I Samuel 15, 14)

  • Pero el hombre respondió a Joab: "Aunque me dieras mil monedas de plata, no pondría mi mano sobre el hijo del rey; porque llegó a nuestros oídos la orden que te dio el rey, lo mismo que a Abisay y a Itay, de que se respetara al joven Absalón. (II Samuel 18, 12)

  • Esto que se decía en todo Israel llegó a oídos del rey. Entonces David mandó decir a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: "Decid a los ancianos de Judá: ¿Por qué sois vosotros los últimos en hacer que el rey vuelva a su palacio? (II Samuel 19, 12)

  • Clamé al Señor en mi angustia, hacia mi Dios alcé mi grito: y él escuchó mi voz desde su templo, mi grito llegó hasta sus oídos. (II Samuel 22, 7)

  • los hijos de extranjeros forman mi corte, son todo oídos, me obedecen. (II Samuel 22, 45)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina