Found 17 Results for: Pesado

  • Al mencionar el arca de Dios, Elí cayó de su silla hacia atrás, frente a la puerta, se rompió la nuca y murió, pues era ya viejo y estaba muy pesado. Elí fue juez en Israel durante cuarenta años. (I Samuel 4, 18)

  • "Tu padre nos ha puesto un yugo muy pesado. Alivia tú la dura servidumbre de tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros, y te serviremos". (I Reyes 12, 4)

  • Si mi padre os cargó un yugo pesado, yo lo haré más pesado todavía; si mi padre os castigó con azotes, yo os castigaré con latigazos". (I Reyes 12, 11)

  • siguió el de los jóvenes y les habló de esta manera: "Mi padre os puso un yugo pesado, yo lo haré más pesado todavía; mi padre os castigó con azotes, yo os castigaré con latigazos". (I Reyes 12, 14)

  • Y este dinero, una vez pesado, lo entregaban a los capataces encargados de los trabajos del templo del Señor, los cuales lo pasaban a los carpinteros y constructores que trabajaban en el templo del Señor, (II Reyes 12, 12)

  • "Tu padre nos ha puesto un yugo muy pesado; alivia tú la dura servidumbre de tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros, y te serviremos". (II Crónicas 10, 4)

  • si mi padre os cargó un yugo pesado, yo lo haré más pesado todavía; si mi padre os castigó con azotes, yo os castigaré con latigazos". (II Crónicas 10, 11)

  • y les habló de esta manera: "Mi padre os puso un yugo muy pesado, yo lo haré más pesado todavía; mi padre os castigó con azotes, yo os castigaré con latigazos". (II Crónicas 10, 14)

  • Con relación a los daños causados por Demetrio a los judíos, le hemos escrito así: ¿Por qué mantienes tan pesado yugo sobre los judíos, nuestros amigos y aliados? (I Macabeos 8, 31)

  • Pesado era para todos e insoportable el incremento de tantas maldades, (II Macabeos 6, 3)

  • Pesada es la piedra y pesada es la arena, pero el fastidio que causa el insensato es más pesado que ambas cosas. (Proverbios 27, 3)

  • ¿Qué hay más pesado que el plomo? Y ¿cómo llamarle, sino necio? (Eclesiástico 22, 14)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina