Found 78 Results for: Sabéis

  • Porque nuestro mensaje evangélico no os fue transmitido solamente con palabras, sino también con obras portentosas bajo la acción del Espíritu Santo y, por parte nuestra, con una profunda entrega. En efecto, vosotros sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. (I Tesalonicenses 1, 5)

  • Bien sabéis vosotros, hermanos, que nuestra estancia entre vosotros no ha sido infructuosa. (I Tesalonicenses 2, 1)

  • Como sabéis, después de haber sido maltratados y ultrajados en Filipos, llenos de confianza en el Señor, nos atrevimos a anunciaros su evangelio en medio también de grandes luchas. (I Tesalonicenses 2, 2)

  • Nunca, como sabéis y Dios es testigo de ello, fueron móviles nuestros la adulación y la avaricia; (I Tesalonicenses 2, 5)

  • Bien sabéis que hemos sido para cada uno de vosotros como un padre para sus hijos; (I Tesalonicenses 2, 11)

  • para que nadie se deje desalentar por estas tribulaciones. Pues bien sabéis vosotros mismos que son parte de nuestra vocación. (I Tesalonicenses 3, 3)

  • Durante nuestra estancia entre vosotros os predecíamos ya que habríamos de tener tribulaciones, como realmente ha sucedido. Bien lo sabéis. (I Tesalonicenses 3, 4)

  • Bien sabéis las instrucciones que os dimos en nombre de Jesús, el Señor. (I Tesalonicenses 4, 2)

  • Vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá como el ladrón en la noche. (I Tesalonicenses 5, 2)

  • Vosotros sabéis muy bien qué es lo que le retiene ahora, impidiendo su aparición hasta su tiempo. (II Tesalonicenses 2, 6)

  • Bien sabéis lo que debéis hacer para seguir nuestro ejemplo. No vivimos entre vosotros sin trabajar, (II Tesalonicenses 3, 7)

  • Sabéis bien que, como consecuencia, cuando quiso recibir la bendición, le fue negada, y no logró cambiar lo que había hecho, aunque lo intentó con lágrimas. (Hebreos 12, 17)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina