27. sino para que esté como testigo entre nosotros y ustedes, y también entre nuestros descendientes, de que rendimos culto al Señor en su presencia, con nuestros holocaustos, nuestras víctimas y nuestros sacrificios de comunión. Así, el día de mañana, los hijos de ustedes no podrán decir a los nuestros: ‘Ustedes no tienen parte con el Señor’.





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina