34. En su tiempo Jiel, de Betel, reedificó a Jericó; pero a costa de su primogénito Abirán echó los cimientos, y de Segub, su hijo menor, asentó las puertas, como había dicho el Señor por medio de Josué, hijo de Nun.





“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina