40. De esta forma Josué conquistó toda la parte de los cerros, el desierto de Negueb, el llano y las pendientes con sus reyes. No dejó ningún sobreviviente, sino que consagró en anatema a todo ser viviente, según Yavé lo había ordenado.





“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina