Fundar 13 Resultados para: Barras

  • Pues los querubines extendían sus alas y formaban como un toldo encima del Arca y sus barras. (1 Reyes 8, 7)

  • Estas barras eran tan largas que sus puntas se veían desde el Lugar Santo que precede al Lugar Santísimo; pero no se veían desde afuera. Y permanecieron allí hasta el día de hoy. (1 Reyes 8, 8)

  • La cantidad de oro que cada año recibía Salomón era de seiscientas sesenta y seis barras de oro, (1 Reyes 10, 14)

  • Le dijo el rey de Aram: «Anda donde el profeta y además mandaré una carta al rey de Israel.» Naamán, pues, se fue tomando diez barras de oro, seis mil monedas de plata y diez vestiduras. (2 Reyes 5, 5)

  • Edificó Betorón, el alto y el bajo, ciudades fuertes, amuralladas, con puertas y barras, (2 Crónicas 8, 5)

  • Dijo a Judá: «Edifiquemos estas ciudades, y cerquémoslas de murallas, torres, puertas y barras, mientras el país esté a nuestra disposición; pues hemos buscado a Yavé, nuestro Dios, y por haberlo buscado, él nos ha dado paz por todas partes.» (2 Crónicas 14, 6)

  • De la Puerta de los Peces se encargaron los hijos de Sena. La armaron y fijaron sus hojas, barras y goznes. (Nehemías 3, 3)

  • La Puerta Vieja fue reparada por Joyada, hijo de Paseaj, y Mesulam, hijo de Besodías. Ellos armaron y colocaron la puerta con sus cerraduras y barras. (Nehemías 3, 6)

  • Hanún y los habitantes de Zanoaj repararon la Puerta del Valle; la construyeron, fijaron sus hojas, barras y bisagras, e hicieron quinientos metros de muralla, hasta la Puerta del Basural. (Nehemías 3, 13)

  • La Puerta del Basural la reparó Malquías, hijo de Rekab, jefe del distrito de Betakerem, con sus hijos; fijó sus hojas, barras y bisagras. (Nehemías 3, 14)

  • La Puerta de la Fuente la reparó Salum, hijo de Col José, jefe del distrito de Mizpá; la construyó, la cubrió y fijó sus hojas, barras y bisagras. También restauró el muro del depósito de agua de Siloé, que está junto a la huerta del rey, hasta las escaleras que bajan de la ciudad de David. (Nehemías 3, 15)

  • Sus huesos son barras de acero, duras sus costillas como hierro forjado. (Job 40, 18)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina