Fundar 12 Resultados para: Gavillas

  • Estábamos nosotros atando gavillas en medio del campo, cuando sucedió que mi gavilla se levantaba y permanecía derecha. Entonces las gavillas de ustedes la rodearon y se postraron ante la mía.» (Génesis 37, 7)

  • Prendió fuego a las antorchas y luego, soltando las zorras por las mieses de los filisteos, incendió las gavillas y el trigo todavía en pie y las viñas y olivares. (Jueces 15, 5)

  • En seguida se levantó para proseguir su trabajo, y entonces Booz dijo a sus trabajadores: «Déjenla que incluso arranque espigas de las gavillas y no le llamen por eso la atención. Más aún, de vez en cuando vayan dejando caer de propósito algunas espigas para que ella pueda irlas recogiendo, sin decirle nada.» (Rut 2, 16)

  • Mientras vigilaba a los segadores que ataban las gavillas, le dio una insolación, cayó en cama y murió en Betulia, su ciudad. Fue sepultado junto a sus padres en el campo que hay entre Dotán y Balamón. (Judit 8, 3)

  • Llegarás a la tumba cargado de años como se recogen a su tiempo las gavillas. (Job 5, 26)

  • Andan desnudos, sin ropa, y sienten hambre mientras llevan las gavillas. (Job 24, 10)

  • ¿Estarás seguro que volverá para acarrear las gavillas a tu era? (Job 39, 12)

  • Se van, se van llorando los que siembran la semilla, pero regresarán cantando trayendo sus gavillas. (Salmos 126, 6)

  • que no le llena la mano al segador ni su regazo al que amarra las gavillas. (Salmos 129, 7)

  • Los cadáveres humanos yacen como guano por el campo, como gavillas tras el segador, sin que haya nadie que los recoja.» (Jeremías 9, 21)

  • Pero ellos no saben lo que piensa Yavé y no comprenden sus designios, pues él los ha juntado como a las gavillas en la era. (Miqueas 4, 12)

  • Aquel día haré que los pueblitos de Judá sean como un fósforo encendido en un montón de leña, como una antorcha lanzada entre las gavillas; devorarán a izquierda y derecha a todos los pueblos de los alrededores. A Jerusalén, empero, no le pasará nada. (Zacarías 12, 6)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina