Fundar 120 Resultados para: Malos

  • Los habitantes de Sodoma eran malos y pecadores ante Yavé. (Génesis 13, 13)

  • Jacob respondió: «Los años de mi peregrinación son ciento treinta. Pocos y malos han sido los días de mi vida, y no han llegado a igualar los años de vida de mis padres durante su peregrinación.» (Génesis 47, 9)

  • No te dejes llevar por consideraciones indignas como de ser ésta: «Ya pronto llega el año séptimo, el año de la remisión», y mires entonces con malos ojos a tu hermano pobre y no le prestes nada. No sea que llame contra ti a Yavé y cargues tú con un pecado. (Deuteronomio 15, 9)

  • Noemí le respondió: «Muy bien, hija mía, quédate con sus trabajadores, pues así no tendrás que pasar malos ratos si vas a otra parte.» (Rut 2, 22)

  • El guía los pasos de sus fieles y los malos desaparecen en las tinieblas, los fuertes no son ya los vencedores. (1 Samuel 2, 9)

  • A partir de ese día, Saúl miró a David con malos ojos. (1 Samuel 18, 9)

  • David le preguntó a su vez: «¿Quién me avisará si tu padre te responde con malos modos?» (1 Samuel 20, 10)

  • Como dice el antiguo proverbio: De los malos sale la malicia, por eso mi mano no te tocará. ¿A quién has salido a buscar, rey de Israel? (1 Samuel 24, 13)

  • Yavé protestaba contra Israel y Judá por boca de todos los profetas y videntes, diciéndoles: «Vuelvan de sus malos caminos y guarden mis mandamientos y preceptos, conforme a las leyes que ordené a sus padres y que les mandé por medio de mis siervos, los profetas.» (2 Reyes 17, 13)

  • y mi pueblo, sobre el cual es invocado mi Nombre, se humilla, rezando y buscando mi rostro, y se vuelven de sus malos caminos, yo entonces los oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra. (2 Crónicas 7, 14)

  • Oh Dios, que superas a todos en poder, escucha la voz de estos desesperados; líbranos de las manos de los malos, y a mí quítame el miedo que me embarga.» (Ester 14, 19)

  • Tus enemigos se avergonzarán y la carpa de los malos desaparecerá.» (Job 8, 22)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina