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  • Quedarás libre de tu juramento con tan sólo llegar donde mi parentela: si ellos no te la quieren dar, quedarás libre.» (Génesis 24, 41)

  • Jacob, su padre, les dijo: «Ustedes me van a dejar sin hijos: falta José, falta Simeón, ¡y ahora quieren llevarse a Benjamín! ¡Todas estas cosas recaen sobre mí!» (Génesis 42, 36)

  • Faraón añadió: «Este pueblo ahora es más numeroso que la gente del país y ¿ustedes quieren que interrumpa sus trabajos?» (Exodo 5, 5)

  • Ustedes no saldrán de la Tienda de las Citas si no quieren morir, pues está sobre ustedes el óleo de la unción de Yavé.» Ellos actuaron en todo conforme al precepto de Moisés. (Levítico 10, 7)

  • Y si lo quieren rescatar, añadirán un quinto de la valoración. (Levítico 27, 13)

  • Pero Moisés les dijo: "¿Quieren desobedecer de nuevo las órdenes de Yavé? No tendrán éxito, porque Yavé no está con ustedes; no se expongan pues a los golpes de los enemigos. (Números 14, 41)

  • ¡Raza de pecadores! Ustedes ahora imitan a nuestros padres y quieren que el furor de la ira de Yavé se encienda contra Israel. (Números 32, 14)

  • Y Josué dijo a los israelitas: «Acérquense y escuchen las palabras de Yavé, nuestro Dios. ¿Quieren una señal de que Yavé, el Dios vivo, está en medio de ustedes (Josué 3, 9)

  • Que si no quieren servir a Yavé, digan hoy mismo a quiénes servirán, si a los dioses que sus padres sirvieron en Mesopotamia, o a los dioses de los amorreos que ocupaban el país en que ahora viven ustedes. Por mi parte, yo y los míos serviremos a Yavé.» (Josué 24, 15)

  • Yavé se enojó y dijo: «Esa gente rompió la Alianza que yo había hecho con sus padres y no quieren obedecerme. (Jueces 2, 20)

  • Aquí está mi hija, que es virgen, y también la concubina de mi compañero. Si quieren, se las entregaré. Abusen con ellas y hagan con ellas lo que les parezca, pero no cometan contra este hombre semejante infamia.» (Jueces 19, 24)

  • Ellos respondieron: «Si quieren devolver el Arca, no se la devuelvan así no más, sino que ofrezcan, al mismo tiempo, un sacrificio de reparación. Así recobrarán ustedes la salud y sabrán por qué Dios los castigó tanto.» (1 Samuel 6, 3)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina