Fundar 10 Resultados para: Recorran

  • «Recorran el campamento impartiendo esta orden: Junten bastante alimento, porque dentro de tres días pasarán el Jordán y entrarán en posesión de la tierra que les dará Yavé, nuestro Dios.» (Josué 1, 11)

  • Los exploradores estaban listos para salir cuando Josué les dijo: «Vayan y recorran la tierra y tomen nota de todo; luego vuelvan a mí a este lugar, y echaré suertes delante de Yavé en Silo.» (Josué 18, 8)

  • Descubran y recorran todos los escondrijos en donde pueda ocultarse; y una vez que estén bien seguros, vuelvan a verme. Entonces los acompañaré y, si está en la comarca, lo rebuscaré por todas las aldeas de Judá.» (1 Samuel 23, 23)

  • En efecto, David dio esta orden a Joab, jefe de su ejército: «Recorran todas las tribus desde Dan hasta Bersebá, para hacer un censo y que yo sepa cuánta gente tengo.» (2 Samuel 24, 2)

  • Reunió a los sacerdotes y a los levitas y les dijo: «Recorran las ciudades de Judá y junten cada año plata en todo Israel para reparar la Casa de nuestro Dios. Y dense prisa en esto.» Pero los levitas no se apuraron. (2 Crónicas 24, 5)

  • Recorran Sión y den la vuelta, cuenten sus torres 14. y contemplen sus defensas recorran uno a uno sus palacios; y digan a las nuevas generaciones: (Salmos 48, 13)

  • Recorran, pues, todos los siglos y verán que quienes confían en Dios jamás serán defraudados. (1 Macabeos 2, 61)

  • Recorran las calles de Jerusalén, miren bien e infórmense. Busquen por las plazas, a ver si encuentran un hombre, uno siquiera, que practique la justicia y busque la verdad, y perdonaré a esta ciudad. ¿Tus ojos, Yavé, no buscan acaso la verdad? (Jeremías 5, 1)

  • Luego dice a los otros, de manera que yo lo entienda: "Recorran la ciudad detrás de él y maten. No perdonen a nadie, que su ojo no tenga piedad. (Ezequiel 9, 5)

  • Pasados los siete meses, se designarán a algunos hombres para que recorran el país y entierren a los que quedaron insepultos, para purificar así la tierra. (Ezequiel 39, 14)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina