Fundar 82 Resultados para: Vengan

  • y les dijo: «Señores míos, les ruego que vengan a la casa de este siervo suyo a pasar la noche. Se lavarán los pies, descansarán y mañana, al amanecer, podrán seguir su camino.» Ellos le respondieron: «No, pasaremos la noche en la plaza.» Pero él insistió tanto, que lo siguieron a su casa, y les preparó comida. (Génesis 19, 2)

  • Tomen a su padre y a sus familias y vengan aquí. Yo les daré lo mejor del país de Egipto y comerán lo mejor de esta tierra. (Génesis 45, 18)

  • Moisés dijo a Aarón: «Di a todos los hijos de Israel: Vengan, preséntense a Yavé, porque ha oído las quejas de ustedes.» (Exodo 16, 9)

  • Se colocó, pues, a la entrada del campamento y llamó en voz alta: «¡Vengan a mí los que estén por Yavé!» Todos los de la tribu de Leví se juntaron en torno a él. (Exodo 32, 26)

  • Yo devastaré la tierra de tal modo que sus mismos enemigos quedarán admirados y asombrados cuando vengan a ocuparla. (Levítico 26, 32)

  • De ahí que dicen los poetas: " Vengan a Jesbón, que sea reconstruida y fortificada, la ciudad de Sijón. (Números 21, 27)

  • «Vengan a mí y ayúdenme a conquistar a Gabaón, porque ha hecho pacto con Josué y los israelitas.» (Josué 10, 4)

  • Hoy se rebelan ustedes contra Yavé y mañana su ira se desatara contra todo Israel. 19 Si la tierra que ocupan les parece impura, pasen a la nuestra, donde está el Tabernáculo de Yavé; vengan a vivir con nosotros, pero no se alejen de Yavé y de nuestra comunidad, construyendo otro altar fuera del de Yavé. (Josué 22, 18)

  • Dalila comprendió que esta vez había dicho la verdad y llamó a los jefes de los filisteos diciendo: «Vengan, porque Sansón me ha descubierto su secreto.» Vinieron y le entregaron el dinero prometido. (Jueces 16, 18)

  • Samuel respondió: «Sí, he venido a sacrificar a Yavé. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio.» Samuel purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio. (1 Samuel 16, 5)

  • Miren lo que el Señor había hecho: los arameos habían oído ruido de carros y caballos como de un gran ejército. Y habían pensado: «El rey de Israel ha mandado dinero a los reyes de los heteos y de los musritas para que vengan a atacarnos.» (2 Reyes 7, 6)

  • Pero él les mandó una segunda carta, que decía: «Si son de mi partido y de los que me obedecen, tomen las cabezas de los hijos del rey, su señor, y vengan mañana a conversar conmigo a estas horas en Jezrael.» Los hijos del rey eran setenta y se criaban en las casas de las familias más importantes de la ciudad. (2 Reyes 10, 6)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina