Fundar 42 Resultados para: grasa

  • También Abel le hizo una ofrenda, sacrificando los primeros nacidos de sus rebaños y quemando su grasa. (Génesis 4, 4)

  • No ofrecerás con pan fermentado la sangre de mis víctimas, ni guardarás hasta el día siguiente su grasa. (Exodo 23, 18)

  • Tomarás la grasa y la cola del carnero, el sebo que cubre los intestinos, la telilla del hígado, los dos riñones y la enjundia de encima, y la espaldilla derecha, porque es un cordero para consagración de sacerdotes. (Exodo 29, 22)

  • Toda la grasa pertenece a Yavé. Este es un decreto perpetuo de generación en generación, dondequiera que vivan. No comerán grasa ni sangre. (Levítico 3, 17)

  • Después quitará la grasa del novillo sacrificado por el pecado, tanto la que cubre las entrañas, como la que está encima, (Levítico 4, 8)

  • Luego quitará toda la grasa y la quemará sobre el altar, (Levítico 4, 19)

  • Quitará toda la grasa como suele quitarse de los sacrificios de comunión, la quemará sobre el altar como calmante olor para Yavé. Así hará la expiación por la persona y por su pecado, y será perdonada. (Levítico 4, 31)

  • También quitará toda la grasa, así como se quita del ternero sacrificado en sacrificio de comunión, la quemará sobre el altar encima de los sacrificios haciendo la expiación por el que ofrece y por su pecado, y le será perdonado. (Levítico 4, 35)

  • El fuego del altar habrá de ser alimentado de manera que nunca se apague; el sacerdote echará leña cada día por la mañana, y pondrá encima las víctimas de holocausto así como la grasa de las víctimas de comunión.. (Levítico 6, 5)

  • Ofrecerán la cola y la grasa que cubre las entrañas, (Levítico 7, 3)

  • La grasa de animal muerto o destrozado podrá servir para cualquier uso, pero no la comerán. (Levítico 7, 24)

  • El que coma grasa de algún animal que suele ofrecerse en sacrificio por el fuego para Yavé, será borrado de entre los suyos. (Levítico 7, 25)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina