Fundar 23 Resultados para: Atrios

  • Edificó altares a todo el Ejército de los cielos en los dos atrios de la Casa del Señor. (II Reyes 21, 5)

  • El rey derribó los altares que estaban sobre las terrazas de la habitación alta de Ajaz, construidos por los reyes de Judá, y también los que había hecho Manasés en los dos atrios de la Casa del Señor; allí mismo los destrozó y arrojó el polvo en el torrente Cedrón. (II Reyes 23, 12)

  • Estaban a las órdenes de los hijos de Aarón, para el servicio de la Casa del Señor, teniendo a su cargo los atrios y las habitaciones, la purificación de todas las cosas sagradas y la obra del servicio de la Casa de Dios. (I Crónicas 23, 28)

  • Y él me dijo: ‘Tu hijo Salomón edificará mi Casa y mis atrios; porque lo he elegido como hijo y yo seré para él un padre. (I Crónicas 28, 6)

  • Le entregó también el diseño de todo lo que había proyectado para los atrios de la Casa del Señor, para las habitaciones de alrededor, para los tesoros de la Casa de Dios, para los depósitos de las cosas sagradas, (I Crónicas 28, 12)

  • otro tercio ocupará la casa del rey, y el otro tercio se quedará en la puerta del Fundamento. Mientras tanto, todo el pueblo permanecerá en los atrios de la Casa del Señor. (II Crónicas 23, 5)

  • Edificó altares a todo el Ejército de los cielos en los dos atrios de la Casa del Señor. (II Crónicas 33, 5)

  • El pueblo fue a buscar ramas, y se hicieron chozas sobre sus techos, en sus patios y en los atrios de la Casa de Dios, en la plaza de la puerta del Agua y en la plaza de la puerta de Efraím. (Nehemías 8, 16)

  • Feliz el que tú eliges y atraes para que viva en tus atrios: ¡que nos saciemos con los bienes de tu Casa, con los dones sagrados de tu Templo! (Salmos 65, 5)

  • Mi alma se consume de deseos por los atrios del Señor; mi corazón y mi carne claman ansiosos por el Dios viviente. (Salmos 84, 3)

  • Vale más un día en tus atrios que mil en otra parte; yo prefiero el umbral de la Casa de mi Dios antes que vivir entre malvados. (Salmos 84, 11)

  • trasplantado en la Casa del Señor, florecerá en los atrios de nuestro Dios. (Salmos 92, 14)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina