Fundar 37 Resultados para: Higuera

  • Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera. (Génesis 3, 7)

  • Los árboles dijeron a la higuera: ‘Ven tú a reinar sobre nosotros’. (Jueces 9, 10)

  • Pero la higuera les respondió: ‘¿Voy a renunciar a mi dulzura y a mi sabroso fruto, para ir a mecerme por encima de los árboles?’. (Jueces 9, 11)

  • Judá e Israel vivieron seguros, cada uno bajo su parra y bajo su higuera, desde Dan hasta Berseba, durante todos los días de Salomón. (I Reyes 5, 5)

  • No le hagan caso a Ezequías, porque así habla el rey de Asiria: Hagan las paces conmigo y ríndanse. Así cada uno de ustedes comerá los frutos de su viña y de su higuera, y beberá el agua de su pozo, (II Reyes 18, 31)

  • cada uno se sentó bajo su parra y su higuera sin que nadie los inquietara. (I Macabeos 14, 12)

  • El que cuida una higuera comerá de su fruto y el que respeta a su patrón recibirá honores. (Proverbios 27, 18)

  • La higuera dio sus primeros frutos y las viñas en flor exhalan su perfume. ¡Levántate, amada mía, y ven, hermosa mía! (Cantar 2, 13)

  • Se diluye todo el ejército del cielo, los cielos son enrollados como un pliego, y todo su ejército se marchita como se marchita el follaje de la vid, como cae marchita la hoja de la higuera. (Isaías 34, 4)

  • No le hagan caso a Ezequías, porque así habla el rey de Asiria: Hagan las paces conmigo y ríndanse. Así cada uno de ustedes comerá los frutos de su viña y de su higuera, y beberá el agua de su pozo, (Isaías 36, 16)

  • Ella devorará tu cosecha y tu pan, devorará tus rebaños y tu ganado, devorará tu viña y tu higuera, destruirá con la espada tus plazas fuertes, en las que tienes puesta tu confianza. (Jeremías 5, 17)

  • Cuando quiero cosechar entre ellos -oráculo del Señor- no hay uvas en la viña, no hay higos en la higuera, y el follaje está marchito. (Jeremías 8, 13)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina