Fundar 26 Resultados para: mayordomo

  • su patrón lo miró con buenos ojos y lo nombró su mayordomo, poniéndolo al frente de su casa y confiándole la administración de todos sus bienes. (Génesis 39, 4)

  • y cuando este vio que venían con Benjamín, dijo a su mayordomo: "Lleva a estos hombres a casa. Mata un animal y prepáralo, porque hoy al mediodía comerán conmigo". (Génesis 43, 16)

  • El mayordomo hizo lo que José le había ordenado y los condujo hasta la casa. (Génesis 43, 17)

  • Entonces se acercaron al mayordomo de José y le hablaron a la entrada de la casa, (Génesis 43, 19)

  • El mayordomo introdujo a los hombres en la casa de José, les trajo agua para que se lavaran los pies y les dio pasto para los animales. (Génesis 43, 24)

  • Después José dio a su mayordomo esta orden: "Llena de víveres las bolsas de estos hombres, hasta que estén bien repletas, y antes de cerrarlas, coloca en ellas el dinero de cada uno. (Génesis 44, 1)

  • En la bolsa del más joven, además del dinero que pagó por su ración, pondrás también mi copa de plata". El mayordomo hizo lo que José le había indicado, (Génesis 44, 2)

  • Ellos salieron de la ciudad, y cuando todavía no se habían alejado, José dijo a su mayordomo: "Corre ahora mismo detrás de esos hombres, y apenas los alcances, les dirás: ‘¿Por qué devuelven mal por bien, y por qué me han robado la copa de plata? (Génesis 44, 4)

  • Apenas los alcanzó, el mayordomo les repitió estas palabras. (Génesis 44, 6)

  • El mayordomo las registró, empezando por la del mayor y terminando por la del menor, y la copa fue hallada en la bolsa de Benjamín. (Génesis 44, 12)

  • Ajisar, mayordomo de palacio; Adonirám, hijo de Abdá, encargado de las prestaciones de servicio. (I Reyes 4, 6)

  • Su servidor Zimrí, jefe de media división de los carros de guerra, conspiró contra él; y mientras Elá estaba en Tirsá, bebiendo hasta embriagarse en casa de Arsá, el mayordomo de palacio, (I Reyes 16, 9)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina