Fundar 23 Resultados para: Escudero

  • El llamó enseguida a su escudero y le dijo: «Desenvaina tu espada y mátame, para que no digan de mí: Lo ha matado una mujer.» Su escudero lo atravesó y murió. (Jueces 9, 54)

  • Un día, Jonatán, hijo de Saúl, dijo a su escudero: «Ven, vamos a cruzar hasta la avanzadilla de los filisteos que están en este paso», pero nada dijo a su padre. (I Samuel 14, 1)

  • Jonatán dijo a su escudero: «Ven, crucemos hasta la avanzadilla de esos incircuncisos. Acaso Yahveh haga algo por nosotros, porque nada impide a Yahveh dar la victoria con pocos o con muchos.» (I Samuel 14, 6)

  • Su escudero respondió: «Haz todo lo que tu corazón te dicte. Por mi parte estoy contigo, a tu voluntad.» (I Samuel 14, 7)

  • Y la gente de la avanzadilla, dirigiéndose a Jonatán y a su escudero, dijeron: «Subid hacia nosotros, que os vamos a enseñar algo.» Entonces Jonatán dijo a su escudero: «Sube detrás de mí, pues Yahveh los ha entregado en manos de Israel.» (I Samuel 14, 12)

  • Subió Jonatán ayudándose de pies y manos, y su escudero le seguía. Caían los filisteos ante Jonatán y detrás de él su escudero los iba rematando. (I Samuel 14, 13)

  • Este primer estrago que hicieron Jonatán y su escudero fue de una veintena de hombres... (I Samuel 14, 14)

  • y Saúl dijo a las tropas que estaban con él: «Pasad revista y ved quién se ha marchado de los nuestros.» Se pasó revista y vieron que faltaban Jonatán y su escudero. (I Samuel 14, 17)

  • El asta de su lanza era como enjullo de tejedor y la punta de su lanza pesaba seiscientos siclos de hierro. Su escudero le precedía. (I Samuel 17, 7)

  • El filisteo fue avanzando y acercándose a David, precedido de su escudero. (I Samuel 17, 41)

  • Dijo Saúl a su escudero: «Saca tu espada y traspásame, no sea que lleguen esos incircuncisos y hagan mofa de mí », pero el escudero no quiso pues estaba lleno de temor. Entonces Saúl tomó la espada y se arrojó sobre ella. (I Samuel 31, 4)

  • Viendo el escudero que Saúl había muerto, se arrojó también sobre su espada y murió con él. (I Samuel 31, 5)


“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina