Fundar 390 Resultados para: Oráculo

  • El Señor Yahveh ha jurado por sí mismo, oráculo de Yahveh Dios Sebaot: Yo aborrezco la soberbia de Jacob, sus palacios detesto, y voy a entregar la ciudad con cuanto encierra. (Amós 6, 8)

  • ¡Pero he aquí que yo suscito contra vosotros, casa de Israel, - oráculo del Señor Yahveh, Dios Sebaot - una nación que os oprimirá desde la Entrada de Jamat hasta el torrente de la Arabá! (Amós 6, 14)

  • Los cantos de palacio serán lamentos aquel día - oráculo del Señor Yahveh - serán muchos los cadáveres, en todo lugar se arrojarán ¡silencio! (Amós 8, 3)

  • Sucederá aquel día - oráculo del Señor Yahveh - que yo haré ponerse el sol a mediodía, y en plena luz del día cubriré la tierra de tinieblas. (Amós 8, 9)

  • He aquí que vienen días - oráculo del Señor Yahveh - en que yo mandaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Yahveh. (Amós 8, 11)

  • ¿No sois vosotros para mí como hijos de kusitas, oh hijos de Israel? - oráculo de Yahveh - ¿No hice yo subir a Israel del país de Egipto, como a los filisteos de Kaftor y a los arameos de Quir? (Amós 9, 7)

  • He aquí que los ojos del Señor Yahveh están sobre el reino pecador; voy a exterminarlo de la haz de la tierra, aunque no exterminaré del todo a la casa de Jacob - oráculo de Yahveh. (Amós 9, 8)

  • para que posean lo que queda de Edom y de todas las naciones sobre las que se ha invocado mi nombre, oráculo de Yahveh, el que hace esto. (Amós 9, 12)

  • He aquí que vienen días - oráculo de Yahveh - en que el arador empalmará con el segador y el pisador de la uva con el sembrador; destilarán vino los montes y todas las colinas se derretirán. (Amós 9, 13)

  • Aunque te encumbres como él águila, y pongas tu nido en las estrellas, de allí te haré bajar yo - oráculo de Yahveh. (Abdías 1, 4)

  • ¿Es que el día aquel - oráculo de Yahveh - no suprimiré yo de Edom los sabios, y la inteligencia de la montaña de Esaú? (Abdías 1, 8)

  • Aquel día - oráculo de Yahveh - yo recogeré a la oveja coja, reuniré a la perseguida, y a la que yo había maltratado. (Miqueas 4, 6)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina