Fundar 412 Resultados para: Voz

  • Cuando Moisés entraba en la Tienda del Encuentro para hablar con El, oía la voz que le hablaba de lo alto del propiciatorio que está sobre el arca del Testimonio, de entre los dos querubines. Entonces hablabla con El. (Números 7, 89)

  • Entonces toda la comunidad alzó la voz y se puso a gritar; y la gente estuvo llorando aquella noche. (Números 14, 1)

  • que ninguno de los que han visto mi gloria y las señales que he realizado en Egipto y en el desierto, que me han puesto a prueba ya diez veces y no han escuchado mi voz, (Números 14, 22)

  • Clamamos entonces a Yahveh, y escuchó nuestra voz: envió un angel, y nos sacó de Egipto. Ahora estamos en Cadés, ciudad fronteriza de tu territorio. (Números 20, 16)

  • «Que se reúna Aarón con los suyos, porque no debe entrar en la tierra que he dado a los israelitas, por haberos rebelado contra mi voz en las aguas de Meribá. (Números 20, 24)

  • Oyó Yahveh la voz de Israel y les entregó aquel cananeo. Los consagraron al anatema a ellos y a sus ciudades. Por eso se llamó aquel lugar Jormá. (Números 21, 3)

  • A vuestro regreso llorasteis ante Yahveh, pero Yahveh no escuchó vuestra voz ni os prestó oídos. (Deuteronomio 1, 45)

  • Yahveh os habló de en medio del fuego; vosotros oíais rumor de palabras, pero no percibíais figura alguna, sino sólo una voz. (Deuteronomio 4, 12)

  • Cuando estés angustiado y te alcancen todas estas palabras, al fin de los tiempos, te volverás a Yahveh tu Dios y escucharás su voz; (Deuteronomio 4, 30)

  • ¿Hay algún pueblo que haya oído como tú has oído la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, y haya sobrevivido? (Deuteronomio 4, 33)

  • Desde el cielo te ha hecho oír su voz para instruirte, y en la tierra te ha mostrado su gran fuego, y de en medio del fuego has oído sus palabras. (Deuteronomio 4, 36)

  • Estas palabras dijo Yahveh a toda vuestra asamblea, en la montaña, de en medio del fuego, la nube y la densa niebla, con voz potente, y nada más añadió. Luego las escribió en dos tablas de piedra y me las entregó a mí. (Deuteronomio 5, 22)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina