Fundar 11 Resultados para: rocas

  • Le respondieron: «No; sólo queremos amarrarte y entregarte, no te mataremos.» Lo amarraron, pues, con dos cordeles nuevos y lo sacaron de entre las rocas. (Jueces 15, 13)

  • Le dijo: «Sal y ponte en el monte ante Yahveh.» Y he aquí que Yahveh pasaba. Hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebrantaba las rocas ante Yahveh; pero no estaba Yahveh en el huracán. Después del huracán, un temblor de tierra; pero no estaba Yahveh en el temblor. (I Reyes 19, 11)

  • Pues los montes, desde sus cimientos, serán sacudidos con las aguas; las rocas en tu presencia se fundirán como cera; pero con aquellos que te temen, te muestras tú siempre propicio. (Judit 16, 15)

  • Abre canales en las rocas, ojo avizor a todo lo precioso. (Job 28, 10)

  • Moraban en las escarpas de los torrentes, en las grietas del suelo y de las rocas. (Job 30, 6)

  • en el desierto hendió las rocas, los abrevó a raudales sin medida; (Salmos 78, 15)

  • los altos montes, para los rebecos, para los damanes, el cobijo de las rocas. (Salmos 104, 18)

  • el horrísimo fragor de rocas que caían de las alturas, la invisible carrera de animales que saltando pasaban, el rugido de las fieras más salvajes, el eco que devolvían las oquedades de las montañas, todo les aterrorizaba y les dejaba paralizados. (Sabiduría 17, 19)

  • Temblarán entonces ante mí los peces del mar y los pájaros del cielo, las bestias del campo y todos los reptiles que serpean por el suelo, y todos los hombres de sobre la haz de la tierra. Se desplomarán los montes, caerán las rocas, todas las murallas caerán por tierra. (Ezequiel 38, 20)

  • Ante su enojo ¿quién puede tenerse? ¿Quién puede resistir el ardor de su cólera? Su furor se derrama como fuego, y las rocas se quiebran ante él. (Nahún 1, 6)

  • En esto, el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron. (Mateo 27, 51)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina