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Abrahán permaneció largo tiempo en tierra de los filisteos. (Génesis 21, 34)
Después de esto, Dios quiso probar a Abrahán, y le llamó: "¡Abrahán! ¡Abrahán!". Éste respondió: "Aquí estoy". Y Dios le dijo: (Génesis 22, 1)
Abrahán se levantó de madrugada, aparejó su asno, tomó consigo dos criados y a su hijo Isaac, partió la leña para el holocausto y se encaminó hacia el lugar que Dios le había dicho. (Génesis 22, 3)
Al tercer día, Abrahán alzó los ojos y alcanzó a ver de lejos el lugar; (Génesis 22, 4)
Abrahán tomó la leña del holocausto y la puso sobre el hombro de su hijo Isaac. Después tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos. (Génesis 22, 6)
Abrahán respondió: "Dios se proveerá del cordero para el holocausto, hijo mío". Y continuaron juntos el camino. (Génesis 22, 8)
Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abrahán levantó un altar; preparó la leña, ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar encima de la leña. (Génesis 22, 9)
Entonces el ángel del Señor le llamó desde el cielo y le dijo: "¡Abrahán! ¡Abrahán!". Éste respondió: "Aquí estoy". (Génesis 22, 11)
Abrahán alzó los ojos y vio a sus espaldas un carnero enredado por los cuernos en un matorral. Tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. (Génesis 22, 13)
Abrahán puso a aquel lugar el nombre de "El Señor provee", y por eso todavía hoy se dice "El monte del Señor provee". (Génesis 22, 14)
El ángel del Señor llamó por segunda vez a Abrahán, (Génesis 22, 15)
Abrahán volvió donde sus criados y partieron juntos hacia Berseba, donde Abrahán se quedó a vivir. (Génesis 22, 19)