Fundar 27 Resultados para: Asdod

  • No quedaron anaquitas en la tierra de los israelitas, excepto en Gaza, en Gat y en Asdod. (Josué 11, 22)

  • desde el Sijor, en la frontera de Egipto, hasta los confines de Ecrón, al norte, considerado de los cananeos; los cinco principados filisteos: el de Gaza, el de Asdod, el de Ascalón, el de Gat y el de Ecrón; al sur, los heveos; (Josué 13, 3)

  • desde Ecrón hasta el mar, todas las ciudades que están en la parte de Asdod con sus aldeas; (Josué 15, 46)

  • Asdod, con los pueblos y aldeas anejas; Gaza, con los pueblos y aldeas anejas, hasta el río de Egipto; el mar Mediterráneo era el límite. (Josué 15, 47)

  • Los filisteos se apoderaron del arca de Dios y la llevaron de Eben Ezer a Asdod, (I Samuel 5, 1)

  • Cuando los de Asdod se levantaron por la mañana, encontraron a Dagón caído en tierra boca abajo ante el arca del Señor. Levantaron a Dagón y lo colocaron en su sitio. (I Samuel 5, 3)

  • Por eso, todavía hoy los sacerdotes de Dagón y todos lo que entran en su templo en Asdod no pisan el umbral de Dagón. (I Samuel 5, 5)

  • La mano del Señor descargó sobre los de Asdod y sus alrededores, los llenó de espanto y los afligió con tumores. (I Samuel 5, 6)

  • Los de Asdod, al ver esto, se dijeron: "Que no continúe con nosotros el arca del Dios de Israel, porque es muy dura su mano sobre nosotros y sobre Dagón, nuestro Dios". (I Samuel 5, 7)

  • Éstos son los tumores de oro que los filisteos dieron en ofrenda de reconciliación al Señor: uno por Asdod, uno por Gaza, uno por Ascalón, uno por Gat y uno por Ecrón. (I Samuel 6, 17)

  • Salió a luchar contra los filisteos, derribó las murallas de Gat, las de Yabné y las de Asdod y restauró ciudades en la región de Asdod, en la tierra de los filisteos. (II Crónicas 26, 6)

  • Cuando Sambalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod se enteraron de que la restauración de la muralla de Jerusalén adelantaba y que habían empezado a taparse las brechas, se enfurecieron enormemente (Nehemías 4, 1)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina