Fundar 37 Resultados para: Levita

  • Un hombre de la casa de Leví se casó con la hija de otro levita. (Exodo 2, 1)

  • El Señor se encendió en cólera contra Moisés y dijo: "¿No está Aarón, el levita, tu hermano? Sé que él tiene facilidad de palabra. Mira, va a salir a tu encuentro, y al verte se alegrará. (Exodo 4, 14)

  • Cuando la casa de un levita no es rescatada, si ha sido vendida en una de las ciudades de su propiedad, saldrá libre en el jubileo porque las casas de las ciudades levíticas son propiedad suya en medio de los israelitas. (Levítico 25, 33)

  • Allí os regocijaréis en presencia del Señor, vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos e hijas, vuestros siervos y siervas y el levita que habita entre vosotros, ya que él no tiene parte ni herencia con vosotros. (Deuteronomio 12, 12)

  • sino que lo comerás en presencia del Señor, tu Dios, en el lugar escogido por él, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva y el levita que habita contigo. Allí te regocijarás ante el Señor, tu Dios, por el éxito de tus empresas. (Deuteronomio 12, 18)

  • Cuida de no abandonar al levita todo el tiempo que vivas en tu tierra. (Deuteronomio 12, 19)

  • No olvides al levita que vive en tu ciudad, pues él no tiene parte ni herencia como tú. (Deuteronomio 14, 27)

  • Allí vendrá el levita, que no tiene parte ni herencia como tú; el inmigrante, el huérfano y la viuda de tu ciudad, y comerán hasta saciarse. Así el Señor, tu Dios, te bendecirá en todas tus empresas. (Deuteronomio 14, 29)

  • En presencia del Señor, tu Dios, en el lugar elegido por él para hacer habitar su nombre, allí te regocijarás tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tu ciudad. (Deuteronomio 16, 11)

  • Te regocijarás en tu fiesta tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita y el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus ciudades. (Deuteronomio 16, 14)

  • Si un levita sale de alguna de tus ciudades, de cualquier punto de Israel, donde vivía, para venir con todo el deseo de su alma al lugar elegido por el Señor, (Deuteronomio 18, 6)

  • Luego te regocijarás con todos los bienes con que te regala el Señor, tú y tu casa, tú y tu levita y el extranjero residente. (Deuteronomio 26, 11)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina