Fundar 105 Resultados para: Oración

  • Como ella prolongase su oración ante el Señor, Elí se fijó en sus labios. (I Samuel 1, 12)

  • Atiende, Señor, Dios mío, la oración y la súplica que tu siervo eleva hoy a ti; (I Reyes 8, 28)

  • toda oración, toda súplica que te dirija cualquier persona o todo tu pueblo Israel, reconociendo cada uno la plaga de su propio corazón y extendiendo sus manos hacia este templo, (I Reyes 8, 38)

  • escucha tú en el cielo su oración y súplica y hazles justicia. (I Reyes 8, 45)

  • escucha tú en el cielo, lugar de tu morada, su oración y súplica; hazles justicia, (I Reyes 8, 49)

  • Al terminar de hacer al Señor esta oración y súplica, Salomón se levantó de delante del altar del Señor, donde estaba arrodillado, y con las manos levantadas hacia el cielo, (I Reyes 8, 54)

  • y le dijo: "He escuchado la oración y súplica que me has hecho; he santificado este templo que has construido para que resida en él mi nombre por siempre y para que en él estén siempre fijos mis ojos y mi corazón. (I Reyes 9, 3)

  • Esperamos que el Señor, tu Dios, haya oído todas las palabras del copero mayor, el que ha sido enviado por el rey de Asiria, su señor, a insultar al Dios vivo, y le castigue por las palabras que el Señor, tu Dios, ha oído. Haz una oración por el resto que aún queda". (II Reyes 19, 4)

  • Entonces Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: "Esto dice el Señor, Dios de Israel: La oración que me has dirigido con motivo de Senaquerib, rey de Asiria, la he escuchado. (II Reyes 19, 20)

  • Y cuando estaba haciendo oración en el templo de su dios Nisroc, sus hijos Adremélec y Saréser lo mataron a espada y huyeron a Ararat. Le sucedió en el trono su hijo Asaradón. (II Reyes 19, 37)

  • "Vuélvete y di a Ezequías, jefe de mi pueblo: Esto dice el Señor, Dios de tu padre David: He escuchado tu oración y he mirado tus lágrimas. Te voy a devolver la salud. Dentro de tres días podrás ir al templo del Señor. (II Reyes 20, 5)

  • Atiende, Señor, Dios mío, la oración y la súplica de tu siervo; escucha el grito y la súplica que tu siervo eleva hoy a ti. (II Crónicas 6, 19)


“É loucura fixar o olhar no que rapidamente passa”. São Padre Pio de Pietrelcina