Fundar 36 Resultados para: Yezrael

  • Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo cojo. Tenía cinco años cuando llegó de Yezrael la noticia sobre Saúl y Jonatán. Su nodriza le tomó para huir con él, pero en la precipitación de la fuga cayó y quedó cojo. Se llamaba Meribaal. (II Samuel 4, 4)

  • Baaná, hijo de Ajilud, en Tanac, Meguido y hasta más allá de Yocmeán; en todo Betsán, que está por bajo de Yezrael, desde Betsán hasta Abel Mejolá, junto a Sartán. (I Reyes 4, 12)

  • Y en unos instantes el cielo se oscureció con nubes y viento, y cayó una lluvia abundante. Ajab montó en su carro y fue a Yezrael. (I Reyes 18, 45)

  • El Señor dio fuerzas a Elías, que se ciñó y fue corriendo delante de Ajab hasta Yezrael. (I Reyes 18, 46)

  • Nabot, el yezraelita, tenía una viña en Yezrael, junto al palacio de Ajab, rey de Samaría. (I Reyes 21, 1)

  • El Señor ha dicho también contra Jezabel: Los perros comerán a Jezabel en la propiedad de Yezrael. (I Reyes 21, 23)

  • que se vio obligado a retirarse a Yezrael para curarse de las heridas recibidas en Ramot cuando luchaba contra Jazael, rey de Siria. Ocozías, hijo de Jorán, rey de Judá, fue a visitar a Jorán, hijo de Ajab, en Yezrael, mientras convalecía. (II Reyes 8, 29)

  • A Jezabel la devorarán los perros en el campo de Yezrael, y no será sepultada". Y enseguida escapó. (II Reyes 9, 10)

  • pero tuvo que volver a Yezrael a curarse de las heridas que los sirios le habían producido cuando luchaba con Jazael, rey de Siria. Jehú dijo: "Si estáis de veras conmigo, que nadie escape de la ciudad y vaya a Yezrael a dar la noticia". (II Reyes 9, 15)

  • Y Jehú montó sobre su carro y se dirigió a Yezrael, donde estaba Jorán convaleciente. Ocozías, rey de Judá, había ido a visitarlo. (II Reyes 9, 16)

  • El centinela que estaba sobre la torre de Yezrael vio venir la tropa de Jehú y dijo: "Diviso una tropa". Jorán ordenó: "Toma un jinete y mándalo a su encuentro, y que pregunte si vienen en son de paz". (II Reyes 9, 17)

  • Jehú, entretanto, llegó a Yezrael. Cuando Jezabel lo supo, se pintó los ojos, se compuso la cabellera y se asomó a la ventana. (II Reyes 9, 30)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina